sábado, 31 de julio de 2010

OCTAVA SALIDA 2010

Aprovechando que no trabaja Inma el sábado, salimos el fin de semana del 16-17-18 de julio. Decidimos sacar la caravana a pasear, a pesar de que ya la teníamos limpia y vaciada, ya que tenemos la idea de cambiarla por una un poco más grande.
Para esta salida, sólo hemos llevado lo mínimo, por lo que dejamos muchas cosas en casa. Al llegar nos encontramos que no llevábamos piquetas para el suelo. Como avance, llevamos el Caravanstore, que es muy ligero y se monta en cinco minutos.
El viernes, llegamos en dos horas y media, ya que se nota que es verano y hay más turistas, con lo que el tráfico se hace más lento.
Al llegar al camping pensamos que iba a estar más lleno y la verdad, salvo tiendas la zona donde nos colocamos nosotros estaba casi vacía. La novedad es que nos dijeron que sacáramos el coche y lo colocáramos en las zonas para aparcamiento.
Montamos las cuatro cosas y nos fuimos a la playa, donde la marea estaba llena y se estaba bastante bien ya que el viento no era muy fuerte.
Luego nos tocó una cena por turnos, primero los niños y luego nos hicimos una barbacoa para nosotros, de costilla. Mientras los niños se dedicaron a jugar por el camping, donde por cierto no hay muchos niños.

Después de fregar, se acostaron los niños y nosotros nos tomamos un reflequito. Dimos un pequeño paseo y a dormir. Todos estamos de acuerdo en que en la caravana se duerme muy bien.
El sábado amaneció con un sol fenomenal, íbamos a ir a comprar pero, como venían nuestros amigos Zé y Yoana, decidimos comer perritos y dejar las comprar para la tarde. La playa de Caminha es como una península, que depende de donde venga el viento te sitúas en un lado otro. En este caso se está mejor del lado que da al mar, por lo que hacia allí nos fuimos. La marea estaba subiendo, pero al no hacer viento el mar estaba como una balsa. Lo que sí no cambia es lo fría que estaba.
Sobre las 2:00 nos fuimos a comer y ya había llegado Zé. Comimos juntos y tras tomar un café, nos fuimos a la playa a pasar la tarde. El camping ya no era el del viernes, estaba lleno de coches y de tiendas. El agua tan fría como por la mañana, pero con el calor que hacía el baño era obligatorio.
Teníamos que ir a comprar, por lo que decidimos ir Zé y yo, en bicicleta, ya que mover el coche suponía perder el sitio y tal y como estaba el camping, era una decisión irracional.
Caminha pueblo, estaba a tope, porque esta semana se celebra la feria medieval. La caravana para entrar en la feria, empezaba a la altura del camping. Llegamos al super y parecía que estaba saqueado, compramos lo necesario raudo y veloz. Volvimos, estaba una noche fenomenal, preparamos la comida, cena compartida, buena compañía y mucho ambiente de tienda, el mes de agosto está próximo.
Puede que sea la última noche que dormimos en nuestra querida Caravelair 375, que tan buen resultado nos ha dado y con la que hemos hecho muchos, muchos km... primero con el Ford y ahora con el Kia. Cuantificar sería complicado pero... hemos ido a Valencia, Murcia, Cádiz, Málaga, Córdoba, Jaén, Alicante, Almería, En el Algarve Portugués, Holanda, Bélgica, Francia, San Sebastián y nuestra querida Caminha. Puede que deje algún sitio, pero...

El domingo amanece con sol y un poco de viento. Nos vamos a la playa del lado del mar, donde hace menos viento y además como está la marea baja, los niños pueden bañarse más tranquilos. La temperatura es alta y la arena quema. Es una pena ver como arden los montes. Cuando llegamos el viernes, tan pronto pasamos la frontera ya empezaron los incendios, ayer había varios y grandes y hoy continúan. Lo malo es que la mayoría son provocados o negligencias de los domingueros.
La comida ya estaba prevista y teníamos el famoso frango del Pingo Doce, con pimientos de padrón, ensalada todo rico rico. Hacía tanta calor que Zé y yo, acabamos de hacer la barbacoa y nos fuimos a dar un baño a la ducha. Los niños en el medio de la comida igual. Decir que estábamos a la sombra y el calor era considerable. Luego nos tomamos un café Delta, de cafetera italiana muy rico.
Nos fuimos a la playa, que estaba a tope y fue llegar y a bañarse. El agua estaba congelada pero con este calor...
Recogimos tarde...tarde, sin mucha prisa...nosotros veníamos con lo mínimo, nada de más, todo muy controlado, por lo que recoger fue un instante...
Nos marchamos a las nueve de la noche, con muy buen tiempo, dejamos Caminha, en fiestas. Llevar la caravana con tan poco peso, es como llevar un remolque, no pesa nada, es una maravilla.
Ya estamos pensando en nuestra próxima salida, puede que con la caravana nueva. Ya lo veremos, sino nuestra 375 volverá a cabalgar¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡