
Hola amigos, pese a lo que se preveía, el tiempo no está tan mal, el jueves llegamos por la mañana y nos encontramos un día fenomenal. Nos hemos instalado en el sitio que para nosotros es el mejor de todos, está én el medio del camping, muy cerca de los baños y con la luz del sol siempre de frente, desde la mañana hasta la tarde. Por la noche ha llovido bastante, pero no hemos tenido ninguna incidencia.
Hoy Viernes, por la mañana ha llovido a intervalos, pero el tiempo no está tan mal. Hemos comido puré de patata con salchichas, una comida "guarra" pero típica de lo que nos espera de cara a nuestro viaje grande de este año "Paises Bajos".
Por la tarde ha salido el sol, y en el lado este de la caravana, protegidos del viento se está de maravilla. El camping no está muy lleno, como suele ser normal en estos meses. Está claro que la crisis no ayuda. Sin embargo los bungallows está a tope. Hablando con el gerente del camping André, nos dice que la idea es aunmentar la dotación residenciales con lo que ellos llaman caravanas-residenciales, que realmente no dejan de ser casas prefabricadas, donde tienes todas las comodidades.
Ahora estamos mirando hacia el sol, Inma leyendo el periódico, yo escribiendo y los niños que se han ido hasta la playa con la madre de Rodrigo, el sobrino del gerente.
Lo mejor de estar en caminha es la tranquilidad que se respira, estás disfrutando del tiempo libre, para pasear por el bosque, dar un paseo hasta la playa o ir hasta la Caminha.
Ahí os va una pequeña introducción sobre caminha.
CAMINHA-PORTUGAL
Caminha es un bonito pueblo del norte de Portugal, sede de município, localizado bien en la desembocadura del río Miño, en un lugar agraciado por la naturaleza, fronterizo con España.
La fertilidad de los suelos, la abundancia de vegetación y la facilidad de comunicación y producción de bienes que el río Miño posibilita, llevaron a la fijación de poblaciones humanas desde remotos tiempos. En la región diversos monumentos megalíticos, habiendo dejado una fuerte herencia la cultura Castreja. Suevos y romanos dejaron también su marca, estos últimos dotando la región de puentes, caminos y otros monumentos.

El pueblo de Caminha se desenvolvió bastante a partir del siglo XII, con base en la pesca y en el comercio tanto fluvial como marítimo, cuando disminuyó la piratería en el litoral. Por la privilegiada situación geográfica, Caminha era un punto avanzado en la estrategia militar portuguesa en la lucha contra castellanos y leoneses, y su piuerto fue de gran importancia hasta mediados del siglo XVI, sirviendo en los días de hoy para la unión por ferry-boat a España, en la costa opuesta. Diversas luchas y conflictos travados en estos parajes, habiendo sido atacada, durante la 2ª Invasión Francesa, en Febrero de 1809, por la tropas de Marechal Soult. La ayuda del pueblo a las pocas tropas del teniente coronel Champalimaud, impidió a los franceses entrar en Caminha. Una defensa que constituyó una página brillante de estrategia militar.
Este pueblo histórico, de calles que respiran historia, por entre casas típicas de dos pisos, y otras, denotando la importancia politica y comercial de la localidad, posee diversos lugares de interés, como la Desembocadura del Rio Miño, que posibilita paisajes bellísimos. De hecho, toda la zona costera del ayuntamiento de Caminha posee playas de gran belleza, extensos arenales y una luminosidad muy propia.
En el medio del estuario del río Miño, en la isleta de Insua, permanecen las ruinas del Fuerte de Insua, edificado en el siglo XV para defensa de la entrada de la barra, constituído por el convento, la iglesia y el farol.
En el pueblo se destaca que queda del Castilo y murallas defensicas, la bonita Iglesia Matriz del siglo XV, la de la Misericordia del siglo XVI, el curioso conjunto de casas manuelinas y renacentistas en la pintoresca Calle Direita, conocidas por las “oito casas”, y aquel que es un símbolo de la ciudad (al par de la idílica desembocadura): la Torre del Reloj, la única existente de las tres puertas de entrada en el pueblo del Castillo, que constituía el principal acceso del pueblo. Frente a la Torre del Reloj, la renacentista Fuente del Terreiro.